Medicina Preventiva
Lavado de manos lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer
La higiene adecuada de las manos es una práctica esencial para prevenir la transmisión de enfermedades y promover la salud óptima. Los microorganismos están presentes en todo lo que nos rodea y pueden transferirse fácilmente de una superficie a otra, incluyendo nuestras manos. Por lo tanto, lavarse las manos con regularidad es una de las formas más efectivas de prevenir la diseminación de estos microorganismos y mantenernos sanos.
Es crucial lavarse las manos en diversas situaciones, como antes y después de preparar alimentos, antes y después de tratar heridas o enfermedades, después de tocar objetos de uso común como manijas de puertas, después de usar el baño y después de interactuar con animales o alimentos para animales. Además, debemos lavarnos las manos después de sonarnos la nariz, toser o estornudar, manejar basura o alimento para mascotas, y siempre que nuestras manos estén visiblemente sucias.
Cuando hablamos de lavado de manos, es esencial hacerlo de manera adecuada. Utilizar agua y jabón regular es la opción más recomendable, ya que los jabones antibacterianos convencionales no son necesariamente más efectivos en la eliminación de gérmenes. Primero, debemos mojar nuestras manos con agua limpia, luego aplicar suficiente jabón para formar espuma. Frotar vigorosamente las manos durante al menos 20 segundos, prestando especial atención a todas las áreas, incluyendo el dorso de las manos, las muñecas, los espacios entre los dedos y debajo de las uñas, es fundamental. Después, enjuagar las manos completamente y secarlas con una toalla limpia o al aire libre.
Si no se dispone de agua y jabón, los desinfectantes de manos a base de alcohol son una alternativa aceptable. Sin embargo, es esencial que el producto contenga al menos un 60% de alcohol y seguir las instrucciones de uso proporcionadas.
Educar a los niños sobre el correcto lavado de manos también es fundamental para su salud y para prevenir la propagación de enfermedades. Se debe alentar a los niños a lavarse las manos con frecuencia y por tiempo suficiente para garantizar un lavado efectivo. Un truco divertido para asegurarse de que lavan sus manos el tiempo suficiente es sugerirles que se laven mientras cantan dos veces la canción de "Feliz Cumpleaños".
En conclusión, el lavado regular de las manos es un hábito sencillo pero eficaz para prevenir la transmisión de enfermedades y mantener una salud óptima. Incorporar este hábito en nuestra rutina diaria puede marcar una gran diferencia en la protección de nuestra salud y la de quienes nos rodean.
Hospital Universitario Rey Juan Carlos
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