• La prevención y el autocuidado del paciente y el abordaje profesional integral y multidisciplinar, marcan la diferencia en el tratamiento de la incontinencia urinaria y fecal
  • Expertos en Urología, Ginecología, Cirugía General y Rehabilitación compartieron y explicaron a pacientes y población general conocimientos y herramientas para mejorar el autocuidado y la prevención de estas patologías
  • La colaboración e implicación de los pacientes en el abordaje de las enfermedades relacionadas con el suelo pélvico es imprescindible, ya que el compromiso de estos mejorará los resultados del tratamiento

El Hospital Universitario Rey Juan Carlos, integrado en la red pública madrileña, ha organizado recientemente la primera jornada de su Escuela de Incontinencia, bajo el título "¡Que no se te escape!", con el fin de abordar las pérdidas de orina y heces involuntarias desde una visión multidisciplinar, solventar dudas e inquietudes de los pacientes y repasar con ellos las últimas novedades médico-quirúrgicas en este ámbito.

En el encuentro, dirigido a pacientes y a población general y celebrado en formato híbrido -presencialmente en el Salón de Actos del hospital mostoleño y en streamingEste enlace se abrirá en una ventana nueva a través de Youtube- se compartieron y explicaron todo tipo herramientas que ayudan a mejorar la prevención y el autocuidado de las patologías relacionadas con el suelo pélvico.

Las patologías del suelo pélvico son todas aquellas que afectan a las vísceras pelvianas y los músculos que las sustentan, tanto en hombres como en mujeres, explicó la Dra. Tamara Jerez, especialista del Servicio de Urología del Rey Juan Carlos. Esas afecciones requieren un estudio básico e individualizado para conocer el tipo de incontinencia del que se trata -de esfuerzo, de urgencia, mixta…- y aplicar así el tratamiento más adecuado, apuntó la especialista.

Además del manejo terapéutico a seguir que, si no puede corregir totalmente la incontinencia, debe combinar las opciones de corrección máxima con medidas que permitan convivir con ella, "es fundamental la colaboración e implicación de los pacientes en el abordaje de su enfermedad, ya que el compromiso de estos mejorará los resultados del tratamiento", puntualizó la uróloga.

Desde el área de Ginecología, la incontinencia urinaria se afronta de manera integral, teniendo en cuenta todos los aspectos que afectan a la mujer, tanto a nivel anatómico y funcional del aparato urogenital, como del ámbito emocional y la función sexual, tal y como señaló la Dra. María Gozalo, especialista de este servicio en el hospital mostoleño. Igualmente, la ginecóloga explicó las herramientas con las que cuentan los especialistas para identificar el problema y aconsejó pautas generales para su prevención y mejora en el autocuidado, como controlar el peso corporal, realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico y evitar todos aquellos hábitos que puedan alterar la función los órganos y elementos de soporte del suelo pélvico, así como otras específicas para los periodos del embarazo y postparto.

Incontinencia fecal y rehabilitación del suelo pélvico

Por su parte, la Dra. Belén Manso, especialista, respectivamente, del Servicio de Cirugía General y Digestivo del Rey Juan Carlos, se centró en la incontinencia fecal, "una afección más frecuente de lo que se piensa", ya que se calcula que su prevalencia oscila entre el 2 y el 7 por ciento de la población, así como en sus diferentes tipologías -de urgencia, pasiva, mixta y de ensuciamiento-, causas y opciones terapéuticas. Esta patología -dijo- suele ser diagnosticada a través de la manometría y la ecografía anal, que son pruebas sencillas y ligeras para el paciente, mientras que para saber el nivel de transcendencia de la incontinencia es imprescindible realizar cuestionarios de calidad de vida, de cuantificación de gravedad de incontinencia (Wexner) y llevar a cabo un diario defecatorio.

Cada paciente ha de ser evaluado y tratado de forma individualizada, con el fin de encontrar una mayor adherencia a la terapia, y los abordajes que se aconsejan a los pacientes incluyen medidas higiénico-dietéticas, medicación o ejercicios de rehabilitación, detalló la cirujana, añadiendo que, cuando estos métodos son insuficientes, existen terapias más complejas, como la neuromodulación de raíces sacras y la irrigación transanal retrógrada, entre otras, e incluso, como último recurso, la colostomía.

Por último, en el encuentro se abordó la importancia de la recuperación del suelo pélvico, que consiste en restituir la funcionalidad de la musculatura, tanto para fortalecerla, como para relajarla, de la mano de la Dra. Juana Josefina Delvalle González, del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.

Es esencial que la rehabilitación se realice bajo la supervisión de un fisioterapeuta o un especialista, y que el paciente adquiera todas las técnicas enseñadas, para poder continuar con los ejercicios de manera autónoma. "Cuando aparecen síntomas como las pérdidas de orina, heces o gases, la dificultad para defecar, dolor en las relaciones sexuales o alteraciones a nivel de la pelvis postquirúrgica, es necesario acudir a un servicio especializado de Rehabilitación de Suelo Pélvico y realizar un plan de tratamiento", concluyó la especialista.


2022 12 14 Imagen del cartel de la escuela e intervenciones de las dras. Jerez, Gozalo, Manso y González2022 12 14 Imagen del cartel de la escuela e intervenciones de las dras. Jerez, Gozalo, Manso y González